Una gota de de lluvia tocó mi mejilla, ¿Llovería justo ahora? Como si la madre naturaleza me respondiera, la lluvia se hizo intensa, empapándonos a ambos. Sólo nos mirábamos, en silencio. Hasta que el hablo.
+ ¿Me dejas cumplir dos sueños?- susurro. Asentí sin dejar de mirar esos ojos marrones que tanto me gustaban.
Sus manos se dirigieron a mi espalda, pegándome a él. Lo escuche susurrar algo que no entendí, y antes de que pudiera hablar, pego sus labios a los míos. Me quede sorprendida, con los ojos muy abiertos, hasta que reaccione posicionando mis manos en su nuca; jugando con sus mechones mojados por la lluvia. Sólo eramos el y yo, yo y el. Ni-siquiera sentía la lluvia, solo a el. Sus labios se separaron de los míos y solo pude ver su hermosa sonrisa.
- ¿Que sueños cumpliste?- Me miro con ternura y corrió los mechones que se me pegaban en la cara, acariciando mi rostro.
+ Un beso bajo la lluvia.
- ¿Y el segundo?
+ Que fueras tu a la que besará.
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