¿Recuerdas cuando nos amábamos?
Cuando con solo la compañía del otro bastaba. Cuando solo una mirada era suficiente para saber lo que el otro sentía. Cuando no hacían falta palabras para demostrar lo que sentimos el uno por el otro. Cuando todo era perfecto y nosotros eramos felices. ¿Lo recuerdas? Claro que no, porque solo estaba soñando, como siempre cuando se trata de vos. Ya aprendí a no esperar recibir ni el más mínimo afecto de tu parte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario